miércoles, 24 de octubre de 2007

DOVER GRANDES EXITOS


Dover, Grandes éxitos

Doble CD que incluye lo mejor de la trayectoria de Dover. Se incluye un tema inédito como primer single del álbum.

En el CD-1 se ofrece lo mejor de su etapa más rockera, las canciones más emblemáticas de álbumes con ventas multi-platino dentro y fuera de España (Alemania, Austria, Suiza, Japón y México): Devil Came To Me (1997), Late at Night (1999), I Was Dead For 7 Weeks in the City of Angels...

Fuente: Canal de música LaHiguera.net

sábado, 13 de octubre de 2007

SON LOS MEJORES EL DIA 12 VOLVIERON A ARRASAR



Nada pudo enturbiar ayer la emoción de las casi 40.000 personas que llenaban La Romareda. Y nadie pudo borrar la sonrisa de la cara de Juan, Pedro, Joaquín y Enrique, en las dos horas y media que duró el concierto. Ni siquiera los problemas de garganta que Bunbury ha traído del otro lado del Atlántico. Apenas pasaban unos minutos de las nueve de la noche cuando empezaba a sonar la intro Sound tou siren, La música asciende y ascienden los gritos. Parece increíble pero el ambiente está aún más caldeado que el pasado miércoles, y aunque también pudiera parecer increíble Héroes del Silencio sonaban aún más potentes. Con los primeros compases de El estanque llega la locura, que desciende de la grada al césped para estallar en un grito común sobre las tablas. A su fin el músico grita el nombre de su ciudad. Desafiante, como el cierzo implacable y rotundo, invita a su público (que es suyo en cuerpo y alma) a nadar Mar adentro.
La grada acepta el desafío, los puños arriba y los gritos desaforados (mucho alcohol a precios populares corre de mano en mano). Y las complicaciones con las guitarras no enturbian el momento.

La carta, casi sin tregua, mantiene el ambiente caldeado lo justo para que una nueva explosión de emociones que recorren ida y vuelta el escenario toda la Romareda. “Vamos a tocar algo de nuestro primer álbum”, señala un Bunbury ligeramente ronco. Con ella llegará también la primera novedad del repertorio respecto al concierto anterior. Los nervios se van templando y la voz de Bunbury, aquejada por una incipiente afonía estos días también. Pero hoy no es un día en el que el músico esté dispuesto a parar. Se golpea el pecho con el micro y se entrega a un público entregado. “Vienen con la voz bien”, bromea justo cuando empiezan los primeros compases, no muy afinados, de la Sirena varada. Pero nuevamente los hermanos Valdivia remontan apoyados en la voz de Enrique, que se esfuerza por darlo todo ante el micro.

“Qué le pedirían a la virgen del Pilar, un porrito, dicen por ahí, pásamelo Pedro”, señala un Bunbury sonriente y provocador, antes de emprenderla con Opio. El aludido, Pedro Andreu, siempre en segundo plano, suena hoy contundente apoyado por Joaquín en el bajo, y devuelve al público su ovación alzando las baquetas. Bunbury aprovecha entre canciones para darle una tregua a su garganta, que parece empeorar por momentos. Aunque las canciones no pierden un ápice de fuerza y él no deja de empeñarse el que este concierto sea el que soñaron cuando decidieron hacer este regalo, que es mutuo. “Muchas gracias por hacernos tan grandes”.

Juan, Pedro, Joaquín… mientras oyen sus nombres avanzan hacia un segundo escenario, donde les espera un set acústico. La herida y después Héroe de leyenda. Bunbury no puede más. Pide cinco minutos de descanso para su garganta y el público se echa a temblar. Muchos temen que después de 11 años este sea el abrupto final del concierto. Pero dos médicos y un aerosol obran el milagro y Bunbury y los suyos vuelven para terminar lo que empezaron. Joaquín se divierte. Una bandera de México donde se puede leer Ciudad Juárez, les da la bienvenida desde la primera fila. Ahora todos los motores están encendidos y listos para el rock and roll.

Con Nuestros nombres vuelven a poner toda la carne en el asador. Hay algunas canciones que nunca pierden su efecto, El mar no cesa. Y otras que son como un himno capaz de abrir en canal estómagos y hacer saltar las lágrimas: Entre dos tierras y Maldito duende. Se divierten como niños y la garganta de Bunbury parece haberse recuperado. Las luces acompañan una puesta en escena espectacular. Mientras, Bunbury tira de viejas poses peleando en el aire con los fantasmas que han querido dejarle sin voz. Arde la Romareda y hoy no juega el Real Zaragoza. Héroes del Silencio invitan a su público a la Avalancha y las primeras filas se comprimen contra las vallas.

La despedida durará lo justo para que con los bises lleguen Oración y la potentísima Tumbas de sal. Y un momento mágico. Los Héroes encienden la chispa adecuada y un mar de confeti plateado inunda un mar de brazos, móvil en mano, que quieren agarrar las últimas canciones de un sueño al que apenas le quedan unos compases.

Malas intenciones pondrá la guinda al pastel. El público, que ya conoce el repertorio, se revuelve inquieto cuando siente llegar el final. Enrique y Juan se sientan para caer juntos En brazos de la fiebre. Y el público se mece con esos brazos mientras Bunbury toma un foco y lo pone, en una suerte de homenaje, sobre su compañero.

La música va muriendo. Los músicos van saliendo. Bunbury se resiste a dejar de mirar a los ojos a los que le miran, que le gritan Héroes, que han visto su sueño cumplido. Algunos quisieron ver lágrimas en ellos. Donde seguro sí las hubo fue en el césped, donde muchos se abrazaban y otros se miraban sin querer creer que aquello era el final, pero lo era, y los fuegos de artificio se encargaron de despertarles de ese sueño.
El escenario

Un escenario de 22 metros de altura por 40 de boca. Una pasarela de 25 metros que conecta con un segundo escenario de 9 metros de diámetro. Cuatro pantallas gigantes en el centro y otras dos en los laterales. 552.000 vatios de luz repartidos en 200 focos móviles y 300.000 vatios de sonido. Esta espectacular puesta en escena ha requerido tres días de montaje y ha movilizado a más de 800 personas entre montadores, auxiliares, seguridad y servicio de comida. Además 200 camareros atienden la barra de todo el estadio.



Via EL PAIS

jueves, 11 de octubre de 2007

HEROES DE LEYENDA




Cuando las luces de La Romareda se apagaron ya todo daba igual. Ni la espera a que los Héroes del Silencio salieran al escenario ni que el sonido del principio apenas permitiera escuchar a Enrique Bunbury entonar El estanque y Deshacer el mundo podían desbaratar el momento. La gente, entregada ya desde el día que anunciaron su vuelta, hacía bastantes minutos que llenaba La Romareda.

Aún así, la entrada de El Mesías Bunbury y de los chicos del Silencio fue atronadora. Bajo los acordes de Song to the siren, como en los viejos tiempos, las cuatro pantallas que reposaban en el escenario empezaron a mostrar, a través de ella, las siluetas de Bunbury y Juan Valdivia, tocando El estanque. Segundos después, las pantallas tomaron altura y las luces mostraron la primera imagen europea de los cinco hombres del silencio. Con Bunbury al frente, de riguroso negro y con una camiseta de Héroes del Silencio, los aragoneses empezaron el concierto con potencia. Tanta que, en un primer momento, el público aún entrando el calor porque la noche fue de pilares auténticos (mucho frío y viento) le costó reaccionar.

Bastaron unas palabras de Bunbury para que aquello empezara a coger altura a un ritmo de vértigo. "¿Han llegado fríos?¿Tienen frío? Este jodido Pilar... Vamos a calentarnos", les espetó el zaragozano antes de arrancarse con un Mar adentro, que provocó la primera gran canción conjunta (cantada casi a medias entre él mismo y el público). A Mar adentro, le siguieron La carta, Sirena varada y Agosto, que precedió a los momentos más emotivos.

Fue cuando los Héroes ocuparon el segundo escenario, habilitado al final de una T que se adentraba en el público. Desde allí, Bunbury dio paso al recuerdo: " Significa mucho estar de nuevo aquí junto a ustedes a los que agradezco que nos hayan hecho así de grandes". Después, un paso más hacia la locura con canciones como La herida, Apuesta por el rock and roll y Héroe de leyenda.

De vuelta al escenario principal, que destacaba por su grandiosidad y por un despliegue de medios inusual en un grupo español (con cuatro pantallas que no dejaban de proyectar imágenes y un juego de luces poderoso), los Héroes volvieron a volar alto interpretando los éxitos de siempre como Iberia sumergida, Maldito duende, Entre dos tierras, y un Avalancha con el que, con confetis saliendo del escenario, cerraron el concierto... antes de los bises.

Los bises fueron el tiempo del lucimiento de la formación ante un público que ya veía como sus dos horas y media de sueño se iban agotando y cada vez estaba más animado. Seis canciones más (La chispa adecuada, Malas intenciones y En brazos de la fiebre, como destacadas) bastaron para cerrar un espectáculo que, para no desmerecer a la escenografía, concluyó con fuegos artificiales. Una función que acercó un poco más a los Héroes a la leyenda, si es que aún no formaban parte de ella.


El Periodico de Aragón

sábado, 6 de octubre de 2007

HEROES, EN MEXICO

México 4 de octubre
Una fácil y rápida entrada al recinto, “El Foro Sol” que abrió sus puertas a eso de las 4:30 de la tarde, ya adentro la espera duro unas 6 horas mas, debido a un retraso de una hora y minutos, por un problema con un motor que sube y bajas una de las pantalla centrales en el escenario, el concierto dio inicio a las 10:15 hora local, al final espera fue muy bien recompensada.

El éxtasis colectivo se armo con las primeras notas de la intro oficial en esta gira “Song to the siren”, pero las 62 mil almas ayer ahí reunidas, según como lo informo nuestro amigo Pablo Ferrer , estallaron en una locura, con “El estanque”, “Deshacer el Mundo”, “El mar no cesa” que dieron inicio a el set list habitual de esta gira.


Heroes del Silencio en Mexico DFLa sorpresa de la noche, en la parte donde Bunbury presenta a la banda uno por uno para pasar al set, quizas no acústico pero si mas intimo, la banda toco un medley de “La Mala hora”. Uno que otro problemita de coordinación al entrar en un par de temas paso desapercibido por todos, pero no resto ni un punto en la calidad de espectáculo ofrecido, musical y técnicamente hablando.

La banda se entrego por completo y el publico no fallo, ni dejo de cantar los temas en toda la velada, el cumpleañero de la semana, Gonzalo Valdivia “GOX” se lucio en “Apuesta por el Rock and Roll” , con un solo de guitarra para el cual tengo un solo calificativo: “BARBARO”, de nuevo “Fuente Esperanza” apareció en el track list, y que mas puedo decir, el concierto de principio a fin magnifico, digno del DVD, que se esta preparando, en breve pondré algunos videos.

Pero lo mejor, aun falta la noche de mañana sábado.


Mexico Df


Informacion en: www.elpulsosindescanso.net/web/

martes, 2 de octubre de 2007

EDITORIAL Y PRESENTACION DEL ADMINISTRADOR DE ESTE BLOG

Les damos la bienvenida a este blog, donde trataremos temas de actualidad musical y Noticias al Dia de La ciudad de Zaragoza, actualmente en espera de comenzar las Fiestas del Pilar 07, noticias sobre las Fiestas las puedes encontrar en nuestro enlace y otras Noticias más.

http://mundodeimagenes.soy.es/

En este tu blog trataremos temas que salga en el anterior y nuevos.

Un saludo y estaremos en contacto.



Carlos.

HEROES DEL SILENCIO EN LOS ANGELES

El viernes pasado fue una fecha realmente histórica para el Rock en Español, ese término confuso con el que gran parte de la prensa anglosajona ha calificado a las bandas que practican un género que no terminan de comprender.

Hasta el punto de que ninguna de las grandes publicaciones en inglés estuvo presente durante el concierto de Héroes del Silencio, una banda española que, sin necesidad de "telonero", llenó casi completamente las instalaciones del enorme Home Depot de Carson, un escenario que, dos semanas atrás, contó con una audiencia igualmente masiva durante un ambicioso espectáculo que contó con bandas estadounidenses tan reputadas como Smashing Pumpkins y Foo Fighters.

Cuando el grupo presentó Entre dos tierras, una de sus piezas más populares, la masa entera bramó el coro de una manera tan entusiasta que parecía tratarse de la presentación de una verdadera leyenda del rock’n’roll.

Las luces que caían sobre la inmensa multitud, absolutamente extasiada, sumadas a la contundencia musical que brotaba del escenario, daban cuenta de la trascendencia de un evento que quedará marcado en la mente de miles como una de las mejores experiencias de su vida.

Los seguidores del grupo no necesitaban de nada más; pero la falta de interés de la prensa en inglés traduce una animosidad por parte de un conglomerado cultural que, al no entender el significado de las letras, considera a Héroes del Silencio como una banda que imita a artistas como The Cure y, al otro lado del espectro, Led Zepellin (mucho más por la intensidad instrumental general que por los escasos solos de guitarra).

Pero estar presente en el Home Depot durante la noche del viernes bastó para saber que la tradición rocanrolera no tiene que expresarse necesariamente en los predios latinos con instrumentos propios del folklore regional, sino que puede manifestarse en un lenguaje musical similar al de sus pares estadounidenses y británicos, sin ser por ello menos llamativo.

 Reunidos tras una década de separación para una gira supuestamente única, los integrantes originales del combo Zaragozano —Enrique Bunbury en la voz, Juan Valdivia en la guitarra, Joaquím Cardiel en el bajo y Pedro Andeu en la batería, acompañados por el guitarrista rítmico Gonzalo Valdivia (hermano de Juan y reemplazante actual de Alan Boguslaviski)—, ofrecieron un espectáculo digno de su trayectoria, incluyendo en su repertorio todos y cada uno de los éxitos que caracterizaron a una agrupación que, siendo europea, caló profundamente en varias latitudes latinoamericanas, como lo demostraron las banderas desplegadas por la multitud.

El regreso de la banda lucía particularmente adecuado para un momento en el que el rock hecho en nuestro idioma no ofrece demasiadas esperanzas de supervivencia en Los Ángeles, sobre todo cuando los eventos recientes dedicados al género pretenden dar sobra por cabra (o, en términos más mundanos, pop por rock’n’roll).

Los Héroes hicieron lo suyo con un esmero y nivel profesional que resultan consecuentes ante una gira internacional que incluye sólo 10 fechas, pero que hasta el momento les ha permitido subsanar algunos de los errores cometidos durante los conciertos inaugurales.

Manejando la misma lista de canciones que han empleado en Guatemala y Argentina, los europeos no ofrecieron sorpresas y llenaron la noche de éxitos; pero lo hicieron con el entusiasmo que se esperaba, sobre todo en el caso de Bunbury, quien disfrutó evidentemente de las posibilidades escénicas que le brindaba un escenario que contaba con una rampa que se introducía descaradamente en medio de la audiencia.

En vista de las enormes dimensiones del auditorio, y tomando en cuenta que fueron los únicos artistas que ocuparon el tabladillo, los Héroes no contaron siempre con el mejor sonido. Pero la calidad de la amplificación fue mejorando al mismo tiempo que la reacción de los asistentes, quienes se mostraron complacidos ante la interpretación de temas como Apuesta por el rock’n’roll, Héroe de leyenda y Con nombre de guerra, sin llegar a ocasionar nunca incidentes de violencia.

Alternando instrumentos acústicos con eléctricos, los españoles devoraron un escenario gigantesco que les permitió acercarse siempre a sus admiradores, aunque Bunbury —el único que ha gozado de una fructífera carrera solista tras la disolución de la banda— se puso siempre adelante, dando cuenta de una personalidad tan excesiva como carismática (nada nuevo para él).

Todos los integrantes del grupo dieron esporádicas muestras de su talento; pero no cabe dudad de que el cantante —quien se encargó en varios segmentos de la guitarra acústica y de la armónica— fue quien aprovechó más las posibilidades que le brindaba presentarse ante un auditorio tan grande, entonando los temas con esa voz operática que le ha dado probablemente tantos admiradores como críticos .

Durante el concierto, Héroes del Silencio no atrajo probablemente a muchos admiradores nuevos; la idea completa del espectáculo era la nostalgia ante un grupo que se ha unido aparentemente de manera breve para brindar un puñado de conciertos, pero que no tiene —y no parece querer tener— material nuevo.

De todos modos, tener de regreso a una de las bandas españolas más trascendentes en la escena latina, aunque por una noche, fue un enorme motivo de celebración.

Y es que escuchar La chispa adecuada, Iberia sumergida, Avalancha y, sobre todo, Maldito Duende (una impresionante balada que no habla de amor, sino de desolación) no es algo que se dé todos los días.


 <

EL LIBRO DE HEROES "ANTES DE SER HEROES"


Cuánto sabes de Héroes?
El libro ´Antes de ser Héroes´ pretende dar a conocer a seguidores y amantes de la música pequeños y grandes detalles de cómo el grupo zaragozano se ha convertido en el más exitoso de todos los tiempos.

EL PERIÓDICO ZARAGOZA
30/09/2007




Héroes del Silencio tienen millones de fans en todo el mundo. La mayoría siguen al grupo desde hace años. Sin embargo, muchos desconocen algunos detalles de sus inicios. El libro Antes de ser héroes, escrito por Míchel Royo y editado por este diario, dará las respuestas a todas las inquietudes de los seguidores de los zaragozanos. Aquí hay algunas:

–¿Cómo empezaron a tocar los cuatro Héroes del Silencio?

–En grupos escolares. Enrique en Marianistas, los Valdivia en Maristas y Joaquín y Pedro en Jesuitas.

–¿Cuándo nació Héroes?

–A finales de 1984. Nació como un trío en el que no estaban ni Pedro Andreu ni Joaquín Cardiel.

–¿Bunbury siempre ha sido cantante?

–En sus primeros grupos tocaba la batería y el bajo.

–¿Cuándo se conocieron Enrique y los hermanos Valdivia?

–Coincidieron en un festival de Maristas, pero no llegaron a hablar. Se conocieron dos años después, en 1984, tras la Muestra de Pop Rock y Otros Rollos.

–¿Cuándo tocaron juntos por primera vez?

–En la apertura paralela del año 84, en el grupo Zumo de Vidrio

–¿Cuál fue el primer concierto de Héroes del Silencio?

–El domingo 10 de marzo de 1985 en las Matinales del cine Pax.

–¿Cuánto cobraron aquel día?

–Nada. Incluso salieron por la noche a pegar los carteles del concierto.

–¿Cuándo entró a la banda Joaquín Cardiel?

–En la primavera del año 85. Ensayaba con su grupo en un local vecino de la calle Capitán Pina. Hasta entonces, Enrique cantaba y tocaba el bajo.

–¿Y Pedro Andreu?

–A finales de ese año, cuando Pedro Valdivia dejó el grupo para centrarse en sus estudios de Medicina.

–¿Cómo consiguió Pedro su primera batería?

–Era de segunda mano. Para pagarla, vendió sus cómics de Spiderman en el rastro del Mercado Central. El resto se lo prestaron.

–¿Dónde debutó el cuarteto definitivo de Héroes?

–En la discoteca Oh! de Zaragoza, en un desfile de moda.

–¿Siguieron estudiando?

–Solo Joaquín, que acabó la carrera de Químicas sin perder ningún curso. Además, trabajó de camarero en la Estación del Silencio, donde pinchaba Quique. Pedro también trabajó de camarero en el Central y en un garito donde, cuando se iba a tocar, le descontaban lo suyo y lo que le pagaban a su sustituto.

–¿Cuándo empezó la fama?

–En Zaragoza, muy pronto. En junio del 85 ya telonearon a La Unión en el Rincón de Goya. En junio del 86 se quedó gente en la calle sin poder a la sala Metro y ese mismo año, en las fiestas del Pilar, tocaron en La Romareda con Franco Battiato y El Último de la Fila.

–¿Qué hicieron con el primer dinero que les pagó la EMI?

–Unos navajeros se lo robaron en el metro de Madrid.

–¿Qué condición les puso la compañía para grabar el primer elepé?

–Vender más de 5.000 copias del maxi Héroe de leyenda.

–¿Lo consiguieron?

–Vendieron 30.000 copias.

–¿Cuándo se produjo la verdadera explosión del grupo?

–Con Senderos de traición. Salió a la venta a finales del 90, un año con más de cien conciertos.

—-¿Cuándo empezaron a tocar en Europa?

–En noviembre de 1990. El primer concierto fue en un bar de Zurcí en el que no cabía el equipo.

—-Y en América?

–En julio del 91 hicieron un concierto en Nueva York. En octubre del 92 estuvieron dos semanas de promoción en México, donde conocieron a Alan Boguslavsky. La primera gira la hicieron entre abril y junio del 94. Actuaron en México, Chile y Argentina.

–¿Quién fue el productor de Avalancha, el último disco de estudio?

–Bob Ezrin, que había trabajado con Pink Floyd o Aerosmith.

–¿Cuándo se separó el grupo?

–En junio del 96 anunciaron un parón para reflexionar. El 6 de octubre dieron en Los Ángeles su último concierto, que duró apenas unos minutos.

–¿Por qué se separaron?

–Tras varios años de giras intensas y extensas, las relaciones entre Quique y Juan se habían deteriorado mucho. Además, Juan empezaba a tener problemas con la mano, Pedro se había sometido a una delicada operación y Joaquín tenía cada vez más ganas de estar en casa con la familia.